Río Pisuerga
Plaza de España
Vista parcial del castillo
Presa
Colegiata San Miguel
Iglesia de Santa Cecilia
Monasterio de Santa Clara
La ermita y el castillo
Claustro del Monasterio de Santa María la Real.
Castillo
Iglesia de Santa Cecilia
Puente Mayor sobre el Pisuerga
Puente del Portazgo
Pasarela del Paseo del Loco.
Escudo actual
En campo de plata, un águila de sable (históricamente el águila iba coronada de oro; pero su aprobación oficial en el BOE 289/68 omite este detalle). Timbre: Corona real cerrada
***Aguilar de Campó. Villa situada en un ameno y delicioso valle, en la margen izquierda del rio Pisuerga. Corresponde a la provincia de Palencia, partido judicial de Cervera del rio Pisuerga, diócesis de Burgos, audiencia territorial y capitanía general de Valladolid.
Las mas antiguas noticias de esta villa, solidez, no van mas allá del siglo IX. Algunos, sin embargo, han creído que fué fundada antes de la invasión morisca, y otros le señalan aun mayor antigüedad. Así Florian de Ocampo creyó ser esta villa la antigua Brigantium ó Iuliobriga; Orgaiz y Sosa la Octaviada; el maestro Florez la Bélgica ó Vellica ; otros la Intercacia; y el señor Cortés opina que Aguilar corresponde a una población antigua designada con el nombre de Amoka en una inscripción conservada en Tarragona. Pero todas estas opiniones no pasan de congeturas, tan aventuradas y deleznables, que solamente se apoyan en alguna aproximación de los puntos que ocuparon dichas poblaciones, ó en alguna analogía de sus nombres. Mientras que, por la escritura de fundación de un monasterio de la orden de San Benito que hubo en Aguilar, consta que esta villa fué fundada á principios del siglo IX, leyéndose en dicho documento que por los años de 822, estando cazando un caballero llamado Alpino, y persiguiendo un jabalí, llegó hasta Peñalonga, donde halló dos ermitas desiertas; y habiéndolas enseñado a un hermano suyo que era presbítero, llamado Opila; poseído
El rey Don Alonso VIII, llamado el de las Navas, la engrandeció de modo, que generalmente a él se atribuye su población.
Los Reyes Católicos dieron esta villa con título de marquesado a Don Garci Fernandez Manrique, y en 1517 el emperador Carlos V , a su llegada de Flandes, fué recibido en ella con toda magnificencia, obsequiándole el marques con grandes fiestas y públicos regocijos.
El 14 de mayo de 1255, siendo rey Alfonso X el Sabio y estando este en Aguilar, la declaró Villa Realenga y señaló sus términos. Este fue el Primer Fuero Real de Castilla (después sería Sahagún), que actualmente forma parte de los fondos del museo de la Hispanic Society of America (catálogo de 1953). La villa permanecería con este privilegio hasta 1332.
Fue, desde entonces, cabecera de la Meryndat de Aguylar de Canpo, una división administrativa de la Corona de Castilla, vigente durante la Edad Media, cuya descripción figura en el libro Becerro de las Behetrías de Castilla5 redactado por las Cortes de Valladolid de 1351, cuando el estamento de los hidalgos solicitó al rey Pedro I la desaparición de las behetrías mediante su conversión en tierras solariegas. Esta merindad era una de las más extensas y pobladas de Castilla y contaba con 262 localidades, actualmente repartidas entre las provincias de Palencia, Cantabria y Burgos. Su alfoz contaba con 34 aldeas.
Pedro de Aguilar, hijo ilegítimo del rey Alfonso XI el Justiciero y de Leonor de Guzmán, fue titular del señorío de Aguilar entre 1332 y 1338, y de los términos de Liébana y La Pernía, pero habiendo fallecido este infante siendo aún niño y sin descendencia, el Señorío de Aguilar de Campoo fue vuelto a conceder por el mismo rey Don Alfonso XI a otro de sus hijos, el infante Tello de Castilla el 10 de febrero de 1339, que fue Conde de Vizcaya, Señor de Aguilar de Campoo, de Castañeda y de Lara, y fundador de las villas de Marquina, Elorrio, y Guernica. Conservó este príncipe el Señorío de Aguilar de Campoo hasta su muerte en 1370, año en que la soberanía sobre el señorío de Vizcaya fue asumida definitivamente por los reyes de Castilla. Sin embargo, tanto el Señorío de Aguilar de Campoo como el de Castañeda fueron confirmados por los sucesivos reyes de Castilla a los descendientes de Tello, siendo por tanto dicho infante el progenitor de la casa de los marqueses de Aguilar de Campoo.
En 1480, los Reyes Católicos instituyeron el marquesado de Aguilar de Campoo (uno de los más antiguos marquesados de España) en la persona del tataranieto del infante Don Tello, Don Garci V Fernández Manrique de Lara, I Marqués de Aguilar de Campoo, III Conde de Castañeda y de Buelna y Chanciller Mayor de Castilla. Desde entonces, la historia de Aguilar discurre a vida y obra de sus marqueses hasta la desaparición del Antiguo Régimen en el siglo XIX.
El título de marqués de Aguilar de Campoo fue distinguido en 1520 con la dignidad de Grande de España, la más alta distinción nobiliaria europea, que otorga a sus titulares la condición de "primos" del rey y el tratamiento de "Excelencia" así como el derecho a permanecer con la cabeza cubierta en presencia del monarca.
En octubre de 1517 permaneció por primera vez en Aguilar de Campoo, en el Palacio de los Marqueses, el rey Carlos I y futuro Emperador Carlos V y su hermana Doña Leonor, donde fueron recibidos y agasajados por la nobleza en su primer viaje a España para tomar posesión de la herencia de sus abuelos los Reyes Católicos.
Tras ser elegido Emperador, Carlos V desembarcó en Laredo (Cantabria) a su retorno de Alemania y se quedó por segunda vez en Aguilar de Campoo en julio de 1522. Durante esta estancia visitó el sepulcro de Bernardo del Carpio, valiente y esforzado caballero, vencedor de la batalla de Roncesvalles, que estaba situado junto al Monasterio de Santa María la Real, llevándose su espada, la cual se encuentra actualmente en la Real Armería de Madrid.
El 10 de agosto de 1519 partió de Sevilla la expedición de Magallanes, junto a Juan Sebastián Elcano y 236 marineros para dar la primera vuelta al mundo. Uno de los 30 supervivientes que regresaron el 6 de septiembre de 1522 fue Juan Martín, natural de Aguilar de Campoo, a quien la Villa tiene dedicada una de sus plazas.
La mejor fuente para conocer Aguilar en el siglo XVIII es el Catastro del Marqués de la Ensenada. En esa época su principal riqueza la constituían la agricultura y la industria harinera, con siete molinos, de los que cuatro pertenecían a Santa María La Real, uno al capitán Malla, uno al Turruntero y el llamado posteriormente de la Fábrica de Harinas que pertenecía a la marquesa de Aguilar, y varios batanes para pisar paño y ropa.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional, conocido entonces como Aguilar de Campó en el partido de Cervera de Pisuerga, que en el censo de 1842 contaba con 186 hogares y 967 vecinos.
A principios del siglo XIX, Aguilar de Campoo también sufrió las consecuencias de la invasión francesa, sobre todo el Monasterio de Santa Clara, que fue quemado por las tropas napoleónicas.
En el año 1833 con la división provincial de Javier de Burgos, bajo Isabel II, cambió la situación provincial del municipio, que hasta la fecha pertenecía a la división provincial de Cantabria y se añade a la provincia de Palencia.
En 1921, Miguel de Unamuno visitó Aguilar y escribió un artículo sobre la villa que incluiría en su libro Andanzas y visiones españolas.8
Entre los años 1950 y 1960 se construyó el embalse de Aguilar, inaugurándose en 1963.
Como consecuencia del despoblamiento del medio rural, en los años 1970 se anexionaron los siguientes siete municipios:
Barrio de San Pedro,
Corvio,
Cozuelos de Ojeda,
Nestar,
Valdegama,
Valoria de Aguilar
Villanueva de Henares.
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