Zamoraa es una ciudad española, situada entre el centro y el noroeste de la península Ibérica, capital de provincia en la comunidad de Castilla y león , cerca de la frontera con Portugal y a una altitud de 652 m sobre el nivel del mar.
La muralla de Zamora es una edificación con funciones de muralla defensiva que parapeta la ciudad de Zamora prácticamente desde sus inicios como ciudad. La muralla sufre varias modificaciones de trazado a lo largo de su historia, una debida a los sucesos bélicos que rodean la historia de la ciudad, otra debida al crecimiento constante de la población y su consiguiente ensanche. A partir de 1868 pierde su condición de muralla defensiva de la ciudad.1 Pocos años después el arquitecto Segundo Viloria realiza por primera vez un plano de la ciudad indicando su recorrido.2 La fortaleza de las murallas y la resistencia pasiva a un eventual ataque hizo que la ciudad tuviera el apelativo de: "la bien cercada". Se han producido en los paramentos diversos eventos relevantes de la historia de la ciudad, algunos como el día de Zamora o posteriormente el cerco de la misma.3 En la actualidad apenas se conservan restos de la muralla del período musulmán y de la reconquista. En 1949 se la declara dentro del programa de protección de patrimonio español, y en 1985 dicho decreto se corrobora con la ley sobre Patrimonio Histórico Español.
Ayuntamiento viejo
Ayuntamiento nuevoPalacio de los Momos
Puente de piedra
Obelisco en honor a los héroes de la batalla de Villagodio contra las tropas napoleónicas.
Torre de San Ildefonso
El edificio lo mandó levantar Pedro Rodríguez de Ledesma, comendador de Peñausende, caballero de la Orden de Santiago y regidor de Zamora, casado con Marina Herrera; el 12 de noviembre de 1495 ambos instituían mayorazgo en el que incluían las casas principales en que vivían los fundadores. Durante un tiempo se llamó Casa de los Sanabria.
Fue usado como mesón y casa de arrieros y hubo un proyecto, en 1931, para haberlo convertido en hotel de lujo, pero no prosperó. En la actualidad alberga la Audiencia Provincial, por lo que es conocido también como Palacio de Justicia.
Catedral
El edificio más significativo de la ciudad es la catedral de Zamora, que data del siglo XII. Es un edificio muy sencillo en sus formas. Tiene planta de cruz latina, tres naves de cuatro tramos y tres ábsides que fueron sustituidos por una cabecera gótica en el siglo XVI.
Cúpula de la catedral
Iglesia de San Claudio de Olivares
Iglesia de San Claudio de Olivares
La iglesia de San Claudio de Olivares es un templo románico ubicado en la ciudad de Zamora (España), en el barrio de Olivares. Algunos historiadores la consideran como la más antigua subsistente de las románicas de la ciudad. Es también conocido porque en él recibe culto el Cristo del Amparo, crucificado que la noche del Miércoles Santo es sacado en procesión por la Hermandad de la Penitencia.
Actualmente, está considerada como BIC (Bien de Interés Cultural) (fue declarada Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931
Puente de piedra
El Puente de Piedra de Zamora es uno de los cinco puentes que atraviesan el río Duero a su paso por la capital de la provincia. Durante siglos fue el único paso del río en la ciudad, comunicando los barrios del arrabal con el centro histórico de la ciudad. En la actualidad es una vía de enlace entre Avenida de Vigo (margen derecho) y la Plaza de Belén (margen izquierdo). Por su situación en la Vía de la Plata, fue un importante lugar de paso del río Duero para personas, mercancías y rebaños trashumantes. Fue terminado de construir a comienzos del siglo XIII, y reformado posteriormente en varias ocasiones, es en la actualidad uno de los símbolos más representativos de la ciudad. El puente es parte de la ruta jacobea de la plata. Históricamente es parte de la calzada romana denominada Iter ab Emerita Asturicam del Itinerario de Antonio. Durante siglos posteriores fue un importante lugar de paso del río Duero para personas, mercancías y rebaños trashumantes. La apertura en 2013 del denominado puente de los Poetas hizo que se convirtiera en puente peatonal.
Estatua de Viriato
Obelisco en honor a los héroes de la batalla de Villagodio contra las tropas napoleónicas.
La batalla de Villagodio fue un enfrentamiento enmarcado dentro de la Guerra de la Independencia española y ocurrido el 6 de enero de 1809 a las afueras de la ciudad de Zamora, en el paraje conocido como Villagodio. Allí se enfrentaron un cuerpo de unos 800 voluntarios de la ciudad, al mando del comandante Agustín Manso, a varias unidades del ejército regular francés comandadas por el general Pierre Maupetit.
El resultado fue el aplastamiento de los voluntarios por el poderoso ejército francés y la posterior toma de la ciudad de Zamora de notable valor estratégico en los planes de Napoleón para la conquista de Portugal.
Aceñas de Olivares.
Utilizaban la fuerza motriz del Duero para la producción de harina de trigo.
Palacio de los Condes de Alba de Liste
El condado de Alba de Liste, es un título nobiliario español otorgado el 8 de agosto de 1459 por Enrique IV de Castilla a Enrique Enríquez de Mendoza, de la familia Enríquez. En 1641, el rey Felipe IV concedió la dignidad de Grandeza de España al noveno titular, Luis Enríquez de Guzmán, virrey de Nueva España y del Perú.1
La denominación se refiere al castillo de Alba de Aliste, en el municipio zamorano de Losacino.
La tradición afirma que sustituyó a la original, que fue quemada durante el Motín de la Trucha (1158), aunque la exhaustiva excavación realizada recientemente descarta tal leyenda.
Iglesia de San Pedro y San Ildefonso (Puerta norte)
Torre de San Ildefonso
La iglesia actual se empezó a construir en el siglo XI por orden del rey Fernando I de León y Castilla, sobre la antigua Iglesia de Santa Leocadia, probablemente de origen visigótico. Hacia el fin del XII y durante el XIII fue reformada y ampliada en el mismo estilo, pero desde el siglo XV
El templo alberga los restos de San Ildefonso de Toledo, padre de la Iglesia latina, que se supone fueron traídos a la ciudad por los mozárabes toledanos que la repoblaron en época de Alfonso III el Magno. El derribo de la antigua Iglesia de Santa Leocadia y su sustitución por la actual hizo que se les perdiera la pista durante un tiempo, hasta que en 1260 fueron localizados durante unas obras de ampliación, lo que obligó a extender la advocación inicial de San Pedro a los dos santos. Desde 1496 descansan en lo alto de la capilla mayor. Asimismo guarda el cuerpo de San Atilano, primer obispo de Zamora y patrón de la ciudad así como de Tarazona, su localidad natal. Fue enterrado también en la construcción primitiva y de igual manera sus restos se perdieron posteriormente, hasta su hallazgo en el siglo XVI.
La significación de San Ildefonso provocó insistentes demandas por parte del poderoso cabildo primado de Toledo reclamando sus restos, llegándose a producir incluso varios intentos de robarlos. Eso hizo que se constituyera, en el siglo XV, para custodiar su cuerpo (y posteriormente también el de San Atilano) la Real, Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano, de la que el párroco-arcipreste de San Pedro y San Ildefonso ostenta estatutariamente el cargo de prior. Sus integrantes visten un hábito capitular de color verde. No obstante las disputas del pasado, en 2007, año del XIV centenario de su nacimiento, se autorizó el traslado de sus reliquias durante unos días a la Ciudad Imperial, atendiendo una petición de su archidiócesis.
Iglesia de Santiago el viejo
La iglesia de Santiago El Viejo, en ocasiones también como Santiago de Los Caballeros y como Santiago de Las Eras, es un templo de estilo románico
Iglesia de San Isidoro
La iglesia de San Isidoro es un monumento románico en Zamora (España). Se encuentra situada en la plaza de San Isidro s/n. Fue el templo fundado por Sancha, hermana de Alfonso VII, que la hizo edificar en el interior del primer recinto amurallado de la ciudad. Se encuentra en las inmediaciones del Portillo de la Traición.
Iglesia de Santa María Magdalena
Es un templo románico ubicado en la ciudad de Zamora (España). Al eje principal del templo, corre paralalela una cercana calle medieval denominada Rúa de los Francos. Su construcción se hizo entre los siglos XII y XIII. La iglesia parece haberse edificado en dos periodos: el primero de influencia románica; el segundo en el gótico. Se sabe que en periodos medievales hizo de hospital perteneciente a la Orden de San Juan. Es de las pocas iglesias zamoranas que poseen una única nave muy elevada con planta rectangular (planta basilical). Destaca de esta iglesia la portada de su fachada meridional. Fue declarada Monumento Nacional en 1910
Iglesia de San Cipriano
es una iglesia románica ubicada en Zamora, Castilla y León (España). La iglesia original data del siglo XI, aunque su completa restauración y rehabilitación se realizó a finales del siglo XX, llegando este templo a comienzos del XXI con un aspecto ecléctico. Se trata de uno de los templos más antiguos de la ciudad. Se ejecutó con tres naves, de las cuales hoy sólo existe una. De las dos portadas originales, solo se conserva la meridional. La iglesia posee una torre, anexa a su esquina sudoeste. Es Monumento Nacional desde 1931. Se encuentra retirada al culto. En la actualidad es escenario de los conciertos del Festival Internacional de Música "Pórtico de Zamora
Iglesia de Santa Lucía
En origen la iglesia era de estilo románico puro, pero con el paso del tiempo ha sufrido numerosas reformas que permitirían matizar profundamente esa afirmación. De entre todas las reformas la más importante fue la que se llevó a cabo en el siglo XVII, la cual reformó este edificio prácticamente por completo. Se trata de un edificio de pequeñas dimensiones, con una distribución interior bastante austera. Tras las reformas del siglo XVII, anteriormente citada, la planta cuenta con una única nave y un único cabecero que antaño fueran tres naves. Los expertos en arte destacan como parte más interesante del edificio la espadaña.Iglesia de San Andrés.
En origen románica, aunque fue reedificada entre 1550 y 1570 por cuenta de Antonio de Sotelo Cisneros, uno de los capitanes de Hernán Cortés en la conquista de México. De la fábrica original conserva parte de la fachada norte y la torre (desmochada).
Iglesia de San Esteban
Es históricamente la sede de la Real Cofradía del Santo Entierro, aunque durante un largo periodo de tiempo ha perdido este carácter, igual que el de parroquia del barrio. Antiguamente custodiada por los Padres Claretianos del Colegio Corazón de María (situado junto a la iglesia aunque hoy en día trasladado al extrarradio de la ciudad). La Real Cofradía del Santo Entierro tiene previsto recuperar esta sede, ya que el traslado del museo Baltasar Lobo al castillo lo permite; y recuperar una identidad perdida u olvidada.
Iglesia de Santa María de la Horta
La construcción de la iglesia comenzó a finales del siglo XII. Perteneció durante siglos, junto con el convento que en el siglo XIV se construyó anexo a ella, a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, siendo ambos la casa matriz de la rama castellana de la Orden y sirviendo el convento hasta el siglo XVI como residencia del Gran Prior de Castilla. Entre 1534 y 1537 fue reedificado y los caballeros fueron sucedidos por monjas de la misma orden. El conocido como Convento de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén y luego como Convento de las Comendadoras de San Juan de Jerusalén (también llamado Convento de San Juan de la Horta) fue abandonado en 1837 a consecuencia de la desamortización de Mendizábal. Sobre sus restos se construyó en 1896 la primera fábrica de electricidad de la ciudad -de la que permanece la chimenea-, siendo transformada en 1947 en fábrica de alcohol, funcionando hasta 1988. En 2000 se construyó en el solar un hotel, en el que el arquitecto Francisco Somoza integró el único cuerpo que se conservaba del edificio renacentista, adosado a la torre de la iglesia.Iglesia de Santo Tomé.
Ubicada en los Barrios Bajos, es una de las más antiguas de la ciudad. Es de estilo románico y data del siglo XI, aunque de aquella época solo se conserva su cabecera y el muro norte.
Iglesia de San Vicente Mártir.
Tiene, en palabras del poeta leonés Antonio Gamoneda, "la más noble torre románica de Zamora" (Monumento Nacional desde 1961 junto con la portada oeste).
Iglesia de San Juan Bautista.
Más conocida como San Juan de Puerta Nueva, por haberse edificado junto a la Porta Nova, la más oriental del primer recinto amurallado. Con el crecimiento posterior de la ciudad quedó en el centro de la misma, y de hecho hoy en día se encuadra en el costado occidental de la plaza Mayor. Precisamente un plan de alineación de esta proyectó su demolición, a finales del siglo XIX. Aunque finalmente no se llevó a cabo, sí se derribó en cambio el claustro anejo, en 1907. Su torre estuvo coronada desde 1642 hasta 1898 por una veleta en hierro forjado, "El Peromato", que es, al igual que "La Gobierna", tan simbólica para las gentes de Zamora como lo pueda ser el Giraldillo para los sevillanos. Desde 1987 una réplica se exhibe en su lugar, exponiéndose el original en el Museo de Zamora.
Iglesia de Santiago del Burgo.
La razón de su advocación es que perteneció a la diócesis de Santiago de Compostela, hasta 1888. Es Monumento Nacional desde 1915. Data de los siglos XII y XIII y es, además de la Catedral, la única iglesia románica de Zamora que aún conserva su distribución original en tres naves, en este caso dispuestas en dos alturas.
Iglesia de San Antolín.
Al instalarse en la ciudad un buen número de gentes procedentes de Palencia, en el siglo XI, en el barrio que precisamente por dedicarse estas personas fundamentalmente al sector textil se le dio el nombre de "Barrio de la Lana", construyeron una iglesia en honor del patrón de su ciudad de origen, San Antolín. En ella instalaron además una imagen de la Virgen que habían traído consigo, la cual fue denominada inicialmente Virgen de San Antolín, a la que los propios zamoranos cogieron gran devoción, siendo de hecho nombrada en 1100 patrona de la ciudad. En el siglo XVIII, por su carácter romero (cada lunes de Pentecostés es llevada en romería al vecino pueblo de La Hiniesta, una de las fiestas religiosas locales más importantes) se le añadió una concha, pasando a ser conocida desde entonces como Virgen de La Concha.
Iglesia del Espíritu Santo,
Ubicada en un barrio a las afueras conocido en tiempos como "pobla Sancti Spiritu" y que tenía un fuero especial, la iglesia del Santo Sepulcro, San Frontis -las dos últimas en la margen izquierda- y San Leonardo, son otros de los templos que completan la extensa relación de edificios monumentales románicos de Zamora.
Convento del Corpus Christi,
Del siglo XVI, conocido más como Convento del Tránsito por albergar el camarín de Nuestra Señora del Tránsito, imagen yacente venerada por los zamoranos desde el siglo XVII, rodeada de leyenda, y a la que se le atribuyen numerosos milagros y sanaciones. Su festividad concluye con la Veneración de su sandalia, una de las manifestaciones religiosas más importantes del año en la ciudad.108 El edificio es sencillo y sobrio, como exigía la regla franciscana. Las obras se iniciaron en 1508, según proyecto de Hernando de Nates, siguiendo los modelos clasicistas de Juan de Herrera. Su primera abadesa, sor Ana de la Cruz, era nieta de San Francisco de Borja. En el siglo XIX se amplió la iglesia, siendo sustituido el testero plano por un ábside neogótico. El claustro renacentista, de carácter palaciego, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996.
Iglesia de San Torcuato.
De estilo renacentista, en su interior se puede contemplar un retablo de estilo barroco.
El templo románico inicial fue construido en el año 1139, quizás antes. El edificio estaba adscrito a la jurisdicción del Monasterio de San Martín de Castañeda, estando ubicado en un lugar cercano a la derribada Puerta de San Torcuato (actual Plaza del Maestro). El templo se demolió en 1836 por encontrarse en estado ruinoso. La advocación se trasladó años después a la Iglesia de los monjes trinitarios, anexa al Convento de los Trinitarios y denominada como iglesia del convento de la Trinidad. La primera referencia del templo en el recinto amurallado (inter ambos muros) de la ciudad data del año 1138
Escudo cortado, 1º de plata, el brazo armado de Viriato moviente del flanco siniestro, sosteniendo en su mano una bandera formada por tiras de gules, salvo la superior que lo es de sinople; y 2º de plata, un puente de dos arcos de piedra, flanqueado de dos torres también de piedra y terrazado de sinople, y por debajo de él discurre un río de azur y plata. Timbre: Corona real cerrada.
Tabla con la evolución del número de hombres ,mujeres y total a lo largo de los años.
Evolución de la población desde 1900 hasta 2022 | |||
Año | Hombres | Mujeres | Total |
2022 | 27.529 | 31.946 | 59.475 |
2021 | 27.979 | 32.318 | 60.297 |
2020 | 28.299 | 32.689 | 60.988 |
2019 | 28.524 | 32.882 | 61.406 |
2018 | 28.759 | 33.068 | 61.827 |
2017 | 29.072 | 33.317 | 62.389 |
2016 | 29.542 | 33.675 | 63.217 |
2015 | 29.908 | 33.923 | 63.831 |
2014 | 30.233 | 34.190 | 64.423 |
2013 | 30.550 | 34.436 | 64.986 |
2012 | 30.780 | 34.582 | 65.362 |
2011 | 30.913 | 34.612 | 65.525 |
2010 | 31.235 | 34.763 | 65.998 |
2009 | 31.380 | 34.913 | 66.293 |
2008 | 31.586 | 35.086 | 66.672 |
2007 | 31.244 | 34.894 | 66.138 |
2006 | 31.242 | 34.893 | 66.135 |
2005 | 31.218 | 34.905 | 66.123 |
2004 | 31.012 | 34.634 | 65.646 |
2003 | 31.076 | 34.563 | 65.639 |
2002 | 31.063 | 34.512 | 65.575 |
2001 | 31.159 | 34.474 | 65.633 |
2000 | 30.952 | 34.273 | 65.225 |
1999 | 30.797 | 34.110 | 64.907 |
1998 | 30.569 | 33.852 | 64.421 |
1996 | 30.302 | 33.481 | 63.783 |
1995 | 31.423 | 34.594 | 66.017 |
1994 | 31.337 | 34.548 | 65.885 |
1993 | 31.124 | 34.285 | 65.409 |
1992 | 30.871 | 34.009 | 64.880 |
1991 | 30.668 | 33.808 | 64.476 |
1990 | 30.213 | 33.223 | 63.436 |
1989 | 29.947 | 32.851 | 62.798 |
1988 | 29.647 | 32.400 | 62.047 |
1987 | 29.036 | 31.672 | 60.708 |
1986 | 28.866 | 31.498 | 60.364 |
1981 | 0 | 0 | 59.734 |
1970 | 0 | 0 | 49.029 |
1960 | 0 | 0 | 42.060 |
1950 | 0 | 0 | 38.320 |
1940 | 0 | 0 | 32.388 |
1930 | 0 | 0 | 21.557 |
1920 | 0 | 0 | 17.567 |
1910 | 0 | 0 | 16.955 |
1900 | 0 | 0 | 16.287 |
Historia
Edad Antigua
Las Peñas de Santa Marta, formación rocosa a orillas del Duero sobre la que se asentaron los primeros pobladores de la ciudad.
La ciudad fue fundada a inicios de la Edad del Bronce, siendo posteriormente ocupada durante la Edad de Hierro por el pueblo celta de los vacceos, que la denominaron Ocalam. El asentamiento inicial se produjo en la almendra delimitada por el Castillo y la costanilla de San Ildefonso, un emplazamiento estratégico al tratarse de una meseta rocosa defendida por el río Duero, en la que se ubicó un castro.
Edad Media
Alta Edad Media
Durante la Edad Media, Zamora volvió a ser tomada y destruida por los musulmanes al mando del emir Mohamed y después reconquistada por los cristianos en el reinado del rey Alfonso II de Asturias, el Casto, siendo de nuevo fortificada. El rey Alfonso III de Asturias, el Magno la repobló con mozárabes toledanos en 893, rodeándola de murallas y dotándola incluso de palacios y baños, convirtiéndose, por su emplazamiento y características, en la ciudad fortaleza más importante de los reinos cristianos. La repoblación de la ciudad de Zamora fue descrita por Isa ibn Ahmad al-Razi de la siguiente forma: "dirigiose Alfonso hijo de Ordoño, rey de Galicia, a la ciudad de Zamora, la despoblada, y la construyó y la urbanizó, y la fortificó y pobló con cristianos, y restauró todos sus contornos. Sus constructores eran gente de Toledo, y sus defensas fueron erigidas a costa de un hombre agemí de entre ellos. Así, pues, desde aquel momento comenzó a florecer la ciudad, y sus poblados se fueron uniendo unos a otros, y las gentes de la frontera fueron a tomar sitio en ella."
El periodo comprendido entre los siglos X y XIII es el de mayor relevancia de Zamora dentro del contexto hispánico. La batalla de Simancas (939) dio a Ramiro II de León el control de los valles del Duero y del Tormes, convirtiéndose la capital zamorana (por su posición y su ventajoso emplazamiento, en lo alto de una meseta rocosa al borde del río) en una de las principales plazas fuertes que aseguraban la frontera. Su importancia fue decayendo sin embargo a partir de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), que abrió el sur peninsular a los reinos cristianos, perdiendo con ello Zamora su trascendencia estratégica.
Zamora fue una de las plazas más importantes del Reino de León, del que formó parte. Además inició la etapa de mayor esplendor político, económico y arquitectónico. El paulatino desplazamiento de la frontera hacia el sur, del Duero al Tormes, favoreció este progreso, solo quebrado por las aceifas de Almanzor. Muhammad ibn 'Abd-Allah ibn Abū 'Āmir, llamado Al-Mansūr (españolizado Almanzor), el Victorioso, lanzó en 981 un primer ataque contra la ciudad, que fue arrasada. En 986 rompió hostilidades con el rey Bermudo II, atacando Coímbra al año siguiente (dejándola de tal manera que durante siete años estuvo desierta) y dirigiéndose contra el propio León en 988, destruyendo todo lo que encontraba a su paso. Bermudo se refugió en Zamora pero nada pudo contener el avance enemigo. León, después de resistir cuatro días, fue asaltado, saqueado, incendiado y sus murallas destruidas, Zamora capituló y Bermudo hubo de huir a Galicia. En 997 Zamora volvió a sufrir la acción del musulmán, pues en su camino hacia Santiago de Compostela arrasó de nuevo la ciudad, además de León y Astorga.
"Zamora la bien cercada" la llamó Fernando I de León, el Magno. Este monarca la reconstruyó en 1055, la repobló con montañeses y amuralló nuevamente, para cedérsela luego a su hija Doña Urraca. Su posición privilegiada la hizo objeto de disputa entre los divididos reinos cristianos. Durante uno de los cercos a la ciudad sucedió un hecho notable que se perpetuó en el romancero español: la muerte por sorpresa, a manos del noble zamorano Vellido Dolfos, del rey Sancho II cuando este intentaba tomar la ciudad gobernada por su hermana. La posibilidad de que el inductor hubiera sido el principal beneficiado (el rey Alfonso VI, quien había sido encarcelado por Sancho II, su hermano), es la que, según los cantares de gesta, habría provocado que uno de los nobles castellanos presentes en el asedio, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, le hiciera jurar no haber participado en la muerte de su hermano (la jura de Santa Gadea, Burgos). Tanto el arrojo de Vellido como el atrevimiento de Rodrigo han pasado a ser tópicos literarios y hasta coloquiales, así como la bravura de la ciudad durante el asedio, inmortalizada en el dicho No se ganó Zamora en una hora. En el lugar en el que, según la tradición, fue asesinado el soberano Sancho II por Bellido Dolfos, se encuentra situado un tosco monumento rematado en cruz y denominado Cruz del Rey Don Sancho.
Maqueta que recrea el aspecto de la calle Balborraz en la Edad Media en el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales.
Otro hito en la historia de la ciudad fue la conferencia de paz entre el rey Alfonso VII de León y Alfonso I de Portugal. Como resultado, el 5 de octubre de 1143 fue reconocida la independencia del nuevo reino, que quedó reflejada en el Tratado de Zamora, que marca de manera oficial el nacimiento de Portugal como estado independiente. Alfonso VII reconoció como monarca a Afonso Henriques por su deseo de ser emperador y necesitar, por tanto, reyes que fueran sus vasallos, aunque una vez logrado el reconocimiento, el portugués siguió una línea de completa autonomía.
En 1208 el rey Alfonso IX de León otorgó a la ciudad de Zamora un fuero que incluyó lo que se considera su primera delimitación territorial. El término abarcó un área muy similar al actual, con la sola excepción de su lado occidental, en el que se señalan una serie de aldeas y lugares que posteriormente se despoblaron y se convirtieron en las actuales dehesas.
Baja Edad Media
A principios de 1367, y durante la Primera Guerra Civil Castellana, la ciudad de Zamora se sumó definitivamente a la causa de Pedro I de Castilla y se convirtió en uno de sus más firmes bastiones durante el resto de la contienda, como señaló la historiadora María Concepción Castrillo Llamas.62 Y tras la batalla de Montiel, que se libró en 1369, Enrique de Trastámara asesinó a su hermanastro Pedro I y comenzó a reinar en Castilla con el nombre de Enrique II. Pero tras el asesinato del rey, sus partidarios se hicieron fuertes en Zamora y las tropas de Enrique II asediaron la ciudad entre junio de 1369 y febrero de 1371, siendo los líderes de la rebelión Fernando Alfonso de Valencia, que era uno de los nobles más notorios de Zamora y bisnieto de los reyes Alfonso X y Sancho IV de Castilla, y el alcaide del castillo de Zamora, Alfonso López de Tejeda.
Y en una de las salidas que hicieron los sitiados, Fernando Alfonso de Valencia fue derrotado y hecho prisionero por Pedro Fernández de Velasco, que era el camarero mayor del rey Enrique II y el conductor del asedio junto con la reina Juana Manuel de Villena, esposa del monarca. Pero a pesar de la heroica resistencia de los zamoranos, la ciudad capituló y permitió la entrada de las tropas de Enrique II, que la ocuparon el 26 de febrero de 1371, según consta en una carta en la que la reina Juana Manuel comunicó a su esposo la rendición de la ciudad.
Sin embargo, el alcaide del castillo de Zamora, Alfonso López de Tejeda, no aceptó el acuerdo de capitulación y se propuso resistir en el interior de dicha fortaleza junto con su esposa, Inés Álvarez de Sotomayor, el hijo mayor de ambos, los principales nobles zamoranos y numerosos soldados. Y la reina Juana Manuel, según afirmó el cronista portugués Fernão Lopes en el capítulo XLI de la Chronica de el-rei D. Fernando, amenazó a Alfonso López de Tejeda con matar a tres de sus hijos, que se encontraban en su poder, si no entregaba la fortaleza, aunque él se negó a rendirse y sus hijos, de los que dos eran niños y la restante una niña, fueron asesinados. Pero debido al hambre y a la peste que soportaban, y sabiendo que no recibirían ayuda de Portugal, una noche Alfonso López de Tejeda abandonó el castillo llevándose las llaves de la fortaleza. Y viajando acompañado por su esposa, su hijo mayor y por algunos de sus soldados, se refugió en Portugal para desde allí continuar hostigando a las tropas de Enrique II
Edad Moderna
Después de su apogeo en el siglo XII y conforme se desplazaba hacia el sur la frontera de la reconquista de la península por los reyes cristianos, Zamora fue perdiendo importancia estratégica, económica y social. Después del descubrimiento de América, muchos zamoranos se vieron obligados por la pobreza económica de la zona a emigrar al continente, especialmente a América del Sur donde se han fundado muchas otras ciudades con su mismo nombre.
Edad Contemporánea
A lo largo del siglo XVIII la ciudad vivió una fuerte recuperación, que se vio favorecida por la protección de que gozó por parte de la Corona, proceso que se vio interrumpido abruptamente por la invasión napoleónica. A comienzos de 1809, durante la Guerra de la Independencia, Zamora se levantó en armas frente a las tropas francesas de Lapisse, Maupetit y Soulignac. Los zamoranos salieron a su encuentro al puente de Villagodio, sobre el río Valderaduey, a tres kilómetros de la ciudad, donde trabaron con los franceses una sangrienta y desigual pelea que duró tanto como la luz del día; viéndose al fin en la necesidad de retirarse cerca del anochecer ante su situación de inferioridad manifiesta, tras contar con la pérdida de ciento treinta zamoranos muertos y doble número de heridos, no sin antes haber causado bastantes bajas en las filas enemigas. La temeraria hazaña es recordada mediante un obelisco conmemorativo, en el que figura la siguiente leyenda: “Los zamoranos de 1908 dedican esta inscripción a los héroes del 6 de enero de 1809. Este monumento fue erigido en 1819”. La ocupación duró tres años, hasta 1812, y provocó además graves pérdidas al patrimonio artístico de la ciudad.
Los años que siguieron a la liberación fueron un periodo de decadencia y aislamiento. Las manufacturas estaban prácticamente limitadas a actividades meramente artesanales, siendo la industria propiamente dicha muy escasa. El comercio además era deficitario, vendiéndose al exterior tan solo cereales y vino. El traslado de la Capitanía General a Valladolid agravó aún más la situación, con el resultado de que en 1850 la población era de únicamente 9000 habitantes. La Desamortización supuso una convulsión que tuvo repercusiones en los campos de la economía, el urbanismo y el patrimonio artístico. A ese fenómeno se unió el abandono de la ciudad por parte de la nobleza.
Por otro lado, la división territorial de España en 1833 ratificó la definitiva capitalidad provincial de la ciudad de Zamora, clasificándola dentro de la Región Leonesa que, como todas las regiones españolas de la época, careció de competencias administrativas. Un año más tarde, la ciudad de Zamora fue de nuevo designada para ser cabeza del partido judicial homónimo.
En la segunda mitad del XIX Zamora empieza a vivir un resurgir económico, que se acentúa en el final del siglo y el principio del XX, estimulado por una cierta industrialización, la llegada del ferrocarril en 1864, la electrificación, el desarrollo de la agricultura, en el que jugaron un importante papel los Círculos Agrícolas, la expansión del comercio y la construcción de nuevas carreteras así como de embalses en la provincia (los Saltos del Esla, especialmente).
No hay comentarios:
Publicar un comentario